Análisis y reflexión01/04/2023

Trabajadoras del Hogar: Un trabajo vocacional y de responsabilidad que necesita un convenio para garantizar sus derechos

Cáritas Mallorca organiza un encuentro con trabajadoras del hogar para conocer, compartir e intercambiar la realidad del sector.

Un trabajo vocacional y de confianza donde el trabajo físico y mental es muy intenso porque las personas a las que se cuidan son cada vez más mayores y dependientes.

Su algunas de las reflexiones que compartieron un grupo de 22 mujeres y un hombre que trabajan en el servicio doméstico , un sector que este semana ha celebrado su Día Internacional.

EL área de intermediación de Cáritas Mallorca reunió a un grupo de personas que acompaña de este ámbito para debatir, escuchar, compartir y poner en común la realidad de un sector, el del servicio doméstico, que ha avanzado a nivel de derechos laborales en varios puntos como la de tener un salario mínimo establecido o poder ya cotizar por los años trabajados, pero que en otros ámbitos queda todavía camino para hacer.

Algunas de las reflexiones que se compartió en este encuentro fue el contrato de régimen interno. Muchas trabajadoras ven una parte positiva en esta opción contractual y otras no tan buenas, pero la mayoría se posicionó a favor de que no desaparezca el régimen interno. Reconocieron que tener un techo y una comida garantizada es muy importante sobre todo por las personas que llevan poco tiempo en la isla y que no tienen recursos suficientes para acceder a un alquiler, una opción que les da el contrato de interna , pero son conscientes también que el régimen interno es donde se producen más vulneración de derechos, principalmente por un horario excesivo y por tanto una carga de trabajo mucho más alta.

Otras demandas que salieron en este encuentro es la de tener formación específica para atender a personas dependientes que sufren enfermedades como alzhéimer, demencia o párkinson. Y es que cada vez son personas más mayores las que demandan una atención completa y más específica relacionada con la salud, una formación de cuidadora que muchas de las trabajadoras contratadas no tienen y que ellas reclaman.

Otras reclamaciones que salieron durante la jornada fue la necesidad de tener un convenio colectivo del sector porque se garanticen sus derechos.

Tanto los participantes del encuentro como los propios técnicos de Cáritas valoraron muy positivamente la actividad y la participación, y destacaron la importancia de tener un espacio común para compartir y resolver dudas en torno a la realidad laboral del colectivo del personal del Servicio doméstico.

Cáritas vela por los derechos de las trabajadoras del hogar

Desde Cáritas Mallorca llevamos a cabo todo un trabajo de información, sensibilización, mediación y acompañamiento en el ámbito del servicio doméstico con la financiación del programa europeo POISES.

Ponemos en contacto a personas que están en búsqueda de trabajo con familias que necesitan incorporar personal en sus domicilios para cuidar a personas mayores a la vez que cuidan de llevar la casa, y lo hacemos velando porque las condiciones laborales sean justas y que tengan los mismos derechos que otros trabajadores/se:

  • Jornada laboral máxima de 40 horas semanales.
  • Retribución, en ningún caso, inferior al Salario Mínimo Interprofesional (en relación con la jornada de trabajo).
  • Tener contrato de trabajo por escrito desde la primera hora.
  • Recibir dos pagas extraordinarias en el año.
  • Disfrutar de un periodo vacacional anual de 30 días naturales, así como los mismos festivos y periodos retribuidos que cualquier trabajador (14 anuales).

Desde Cáritas entendemos que trabajar en servicio doméstico implica una relación laboral, con una serie de garantías mínimas y no tiene que ser sinónimo de trabajo sumergido. No obstante, nos encontramos casos en los que no se puede firmar un contrato porque las personas que se dedican no tienen otras opciones laborales, o bien porque los empleadors, no tienen el apoyo económico suficiente.

Desde Cáritas Mallorca ponemos en valor el trabajo de los servicios de proximidad, de las personas que cuidan nuestros mayores, nuestros hijos e hijas, reclamando su reconocimiento y el cumplimiento de sus derechos.