Análisis y reflexión29/12/2025

Carta abierta de Fundación Deixalles y Càritas

Las entidades sociales que en la actualidad recogemos y tratamos la ropa queremos compartir con toda la comunidad balear la situación crítica que atraviesa actualmente la recogida y gestión del textil postconsumo.

La recogida de ropa: una responsabilidad compartida por un futuro sostenible y solidario

Las entidades sociales que en la actualidad recogemos y tratamos la ropa queremos compartir con toda la comunidad balear la situación crítica que atraviesa actualmente la recogida y gestión del textil postconsumo.

En toda Europa, los operadores sociales de residuo textil vivimos un colapso sin precedentes. Los mercados internacionales están saturados de excedentes de ropa de segunda mano, los precios han caído y los costes de recogida, transporte y reciclaje no paran de aumentar. Esta situación pone en riesgo la viabilidad de muchas entidades sociales y con ella cientos de puestos de trabajo, dirigidos en exclusiva a personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad, y proyectos de reutilización esenciales para nuestro territorio.

Factores que explican la crisis del sector

El sector de la recogida y gestión del textil se encuentra en un punto crítico por múltiples factores interrelacionados. La moda ultrarrápida ha inundado el mercado y los contenedores con prendas de muy baja calidad, diseñadas para durar poco, difíciles de reutilizar y casi imposibles de reciclar dada la mezcla de materiales en la producción, lo que obliga a tratarlas como residuo. Esto incrementa el volumen, los costes de gestión y el impacto ambiental.

El problema se agrava porque el reciclaje textil europeo no está aún consolidado: las tecnologías para separar fibras mixtas no son rentables y grandes operadores como Texaid o Soex han reducido o cesado actividades, evidenciando que la crisis es global.

Paralelamente, la red de tiendas de segunda mano impulsadas por las entidades sociales no puede absorber todo el volumen de ropa reutilizable que alcanza las plantas de clasificación. No se trata de falta de esfuerzo, sino de una realidad económica: los costes de alquiler, reformas y personal son los mismos que en el mercado ordinario, mientras que la demanda ciudadana es todavía limitada.

Esta sobreproducción mundial ha creado un excedente estructural que se acumula en los almacenes de las entidades, generando saturación y dificultades para mantener la recogida, hasta el punto de retirar contenedores. Además, los precios de exportación han caído más de un 50% en los últimos 5-4 años, agravados por el encarecimiento del transporte y nuevas restricciones comerciales.

Uno de los factores más acuciantes es el modelo de financiación. Históricamente, la recogida selectiva del textil ha sido asumida por las entidades sociales sin compensación económica alguna por parte de las administraciones locales. Esta situación, sin embargo, cambia con la Ley 7/2022, que obliga a los municipios a desarrollarla antes de abril de 2025, y también prevé que su gestión deba licitarse mediante contratos reservados, con preferencia para empresas de inserción y centros especiales de empleo de iniciativa social, asegurando que el servicio genere también beneficios sociales en el territorio.

Queremos hacer especial énfasis en la urgencia de la aplicación del Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP Textil), que debía ser obligatorio a partir de abril de 2025, tal y como estipula la Ley 7/2022 de gestión de residuos y suelos contaminantes, pero que todavía no se ha puesto en marcha por el sector.

Desde principios de 2024, conjuntamente Càritas y Deixalles, mediante nuestras empresas de inserción, venimos avanzando esta situación a los ayuntamientos, gran parte de los municipios de Mallorca han tomado medidas al respecto. Las licitaciones para la recogida selectiva de textil deben reconocer el valor ambiental y social del servicio, cubrir su coste real y establecer compensaciones justas por cada kilo recogido, incluyéndolo en los presupuestos municipales con garantías de apoyo a las entidades sociales, tal y como establece la Ley de Residuos y Suelos Contaminados.

Como resultado, el sector afronta una auténtica tormenta perfecta: exceso de ropa, baja calidad, insuficiente reciclaje, crecientes costes y retrasos normativos que ponen en riesgo un modelo hasta ahora basado en sostenibilidad e inclusión social.

Qué hace falta de los Gobierno, Consejos y ayuntamientos

  • Una financiación justa y urgente que cubra los costes reales de la recogida y gestión del textil. Algunos ayuntamientos ya lo están haciendo, necesitamos que los otros se sumen.
  • Contratos públicos reservados a entidades sociales con impacto ambiental y social.
  • Inversión en infraestructuras de preparación para la reutilización y reciclaje.
  • Desarrollo urgente de la normativa que regula las obligaciones y funcionamiento de los SCRAPs de ropa y calzado.

El papel de la ciudadanía.

La ropa, si se reutiliza, puede ser una oportunidad para reducir emisiones, ahorrar recursos naturales y crear trabajo digno. Pero para avanzar hacia una verdadera economía circular, es fundamental reducir el consumo innecesario, dar prioridad a la reutilización, compartir y alargar la vida útil de las prendas.

Si tenemos ropa con potencial de reutilización, llévela a nuestros centros de recogida.
Puede depositar la ropa que no usa en los contenedores de Deixalles y Càritas: garantizamos que será recogida por nosotros, entidades sociales comprometidas con el medio ambiente y con las personas. Con esta actividad generamos empleo para personas en situación de vulnerabilidad y realizamos itinerarios formativos prelaborales.

Llamamiento a la acción

  • Revisa tu consumo de ropa y complementos. ¿Necesitas todo lo que compras? Antes de consumir, piensa en el planeta. Visita las tiendas de segunda mano.
  • Separe la ropa y los textiles que ya no utilice.
  • Recuerde que los zapatos deben entregarse emparejados, atados o dentro de una bolsa, para evitar que se desparellen en el transporte y la clasificación.
  • Deposítelos limpios y en bolsas cerradas en los contenedores de Càritas y Deixalles. Si tienes algún centro de preparación para la reutilización, lleva tu ropa directamente. Mucha gente ya lo hace.

Confíe en las entidades sociales que, con esfuerzo diario, mantenemos vivo un modelo que combina el cuidado del planeta y la inclusión social.

Hacemos crecer juntos esta red solidaria.

Cuando tu ropa renace, renace también la esperanza de muchas personas.